Hace
unos días pude publicar en mi muro del Facebook una noticia que me llamó la
atención y que detallaba la posición de la iglesia católica, sobre la
homosexualidad a través de un representante de peso, como es el ministro del
Vaticano para la familia, monseñor Vincenzo Paglia, presidente del Pontificio
Consejo de la Familia, defendió a la familia tradicional pero reconoció
derechos para las parejas “de facto”, homosexuales o no, lo que constituye una
apertura por parte de la jerarquía de la Iglesia Católica. (
http://www.infonews.com/2013/02/06/mundo-60048-giro-historico-del-vaticano-sobre-la-homosexualidad.php)
Para
quienes creíamos que era imposible que la Iglesia cambiara o por lo menos
tomara una posición a favor de nuestra comunidad, ya que así había sido
perseculum seculorum, conocer de esta noticia, nos suponía un paso realmente
importante dentro de la lucha LGTB que se ha venido manteniendo por nuestros
derechos.
Ahora
sin duda conocer de la renuncia del Papa Benedicto XVI, sí que ha remecido a la
población mundial y a decir de las opiniones que he escuchado ya sea en las
calles, en los noticieros locales y de nivel nacional como el canal JN19, canal
católico que en su programa llamado Punto Crítico ha tocado el tema, con una
tolerancia más por parte del entrevistador que de los entrevistados, debo
manifestar que se piensa que esta renuncia obedece a que el sumo pontífice no
puede estar a la altura de los cambios que la modernidad acarrea y esto obviamente
va directo a la población homosexual.
Al
margen de lo que pueda haber motivado la renuncia del papa, hay algo que es
cierto, la iglesia está buscando un vínculo para con nuestra comunidad,
equivocado o no es una oportunidad que no se debe desaprovechar, para uno de
los entrevistados en ese programa, se hablaba de un “lobby gay” que se ha visto
favorecido por las empresas comerciales que ven en nuestra comunidad una manera
de incrementar sus ganancias; sin embargo aún se persiste en la posición de que
la homosexualidad es una enfermedad, y que según la APA está establecido que la
homosexualidad en los niños, si bien es cierto fue sacada hace 20 años del
registro de enfermedades mentales, actualmente si se considera en esa etapa una
enfermedad, más no en la adultez… Yo me pregunto ¿enfermedad en los niños y sin
cura en los adultos?... valga la frase conveniente: ¡¡Por Dios!! ¡Qué diablos
significa eso?.
Si
hay algo que resalto es que los entrevistados un sacerdote y un psicólogo, evidentemente
católico, no conocían muchos aspectos de nuestra comunidad y estaban
enteramente dirigido a los estereotipos, y justamente creo que esa debilidad es
la que debe aprovecharse para empezar a bombardear con información al respecto.
El
papa ha renunciado, la iglesia se torna a brindar con una mirada menos
despectiva a la comunidad LGTB… ¿El Apocalipsis?... ¿La Oportunidad?... Nadie
lo sabe, el hecho es que los perros ladran y eso a decir del Quijote es señal
que avanzamos y aunque suena algo satírico decirlo, la iglesia en todo su
poderío sigue brindando esperanza, esperanza que bien puede ser aprovechada en términos
beneficiosos para quienes por mucho venimos luchando por la equidad que nos
merecemos, al margen de no considerar a la iglesia con notable importancia en
nuestra comunidad, el reconocer el poderío del enemigo, resulta importante más
en tiempos de cambio.
¿Qué
sigue ahora? La comunidad LGTB debe estar atenta, porque estas situaciones que
se presentan en el juego bien pueden ser aprovechadas, como también puede hacer
que el pan se queme en el horno, hoy más que nunca la unión de nuestra
comunidad resulta ALTAMENTE NECESARIA.