La gente volteaba y ponía cara de espanto, que atrocidad
podía ser tal acto, pero ¿cómo pueden atreverse a hacer eso?... Sin duda el fin
del mundo está cerca, si esto hubiese sucedido en mis tiempos… decía el anciano
frotándose los ojos para ver si era real.
Es de dementes, pero seguía ocurriendo a vista y paciencia
de todos, sin que nadie los detenga, pero entonces llegó el momento, alguien
tenía que asumir la “valentía”, y decidido se acercó y empezó a rodearlos… El
impondría lo que los otros no podían, acabaría con tal disparate.
Todos tenían la mirada fija en el nuevo héroe que acabaría
con tan desagradable imagen que se daba sin más ni más mientras transcurrían
los minutos, se abalanzaba despacio con cierto temor, pero firme, como el
asesino felino de la noche, cuando va tras la presa, despacio, lento…midiendo
cada paso.
Cuando estuvo cerca, sin más les gritó: ¡¡INMORALES!!
Pero el grito sonó como música en los oídos de los protagonistas
de la escena tan espantosa que todos miraban… y sin parar siguieron uniendo sus
labios, como si fuera el último beso que se iban a Dar…
John le tomó fuerte de la mano y le dijo: ¡¡Frank, te amo!!...
caminaron entre aquellos que con ganas de lincharlos los miraban… pero a ellos
no les importaba… a ellos, sólo les importaba su amor… lo demás simplemente NO
EXISTÍA y siguieron caminando hasta voltear la esquina hacia donde las miradas
incómodas realmente YA NO IMPORTABAN.
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