La decisión se toma tras examinar dos artículos del código Civil que una pareja de lesbianas y su abogado consideraban inconstitucionales. El consejo declara que dichos artículos no atenta contra la constitución y que deberá ser a clase política la encargada de modificarlos.
La patria del “Liberté, egalité, fraternité” se queda de momento sin ver cómo el matrimonio gay ser convierte en una realidad gracias a la resolución del llamado Consejo de Sabios que tras examinar los artículos que les señaló el abogado de la pareja de lesbianas declararon que en absoluto son inconstitucionales.
Esta pareja de mujeres, Corinne Cestino y Sophie Hasslauer, llevan viviendo juntas desde hace catorce años, tienen cuatro hijos en común y han abanderado la lucha de la comunidad LGBT francesa de conseguir una ley o una modificación del Código Civil que permita el matrimonio entre personas del mismo sexo. Las razones que las han llevado a reclamar el matrimonio es regular cuestiones de herencias, la seguridad de sus hijos y asegurar la custodia de dichos hijos en caso de que una de las dos falleciera.
Sin embargo, a juicio del Consejo Constitucional “según la ley francesa, el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer”. Dicho esto, dejan la pelota en el tejado de la clase política asegurando que han sido estos los que han marcado la diferencia y que no es competencia del Consejo tomar decisiones al respecto.
Las muchas asociaciones LGBT del país galo aguardaban expectantes la resolución del Consejo que, según ellos, afecta a más de tres millones de personas. "Este órgano no ha sabido aprovechar una oportunidad para acabar con una discriminación histórica que en otros países europeos ha desaparecido", ha asegurado Caroline Mécary, abogada de la organización SOS Homophobie. "Ahora apelaremos a la Corte Europea de Derechos Humanos. En cuanto a los políticos, sabemos que la Unión por un Movimiento Popular [el partido de centro derecha de Nicolas Sarkozy, que goza de mayoría en el Parlamento y en el Senado] está en contra del matrimonio de personas del mismo sexo. Así que tendremos que esperar a las elecciones de 2012 y que gane la izquierda", ha añadido.
Esta pareja de mujeres, Corinne Cestino y Sophie Hasslauer, llevan viviendo juntas desde hace catorce años, tienen cuatro hijos en común y han abanderado la lucha de la comunidad LGBT francesa de conseguir una ley o una modificación del Código Civil que permita el matrimonio entre personas del mismo sexo. Las razones que las han llevado a reclamar el matrimonio es regular cuestiones de herencias, la seguridad de sus hijos y asegurar la custodia de dichos hijos en caso de que una de las dos falleciera.
Sin embargo, a juicio del Consejo Constitucional “según la ley francesa, el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer”. Dicho esto, dejan la pelota en el tejado de la clase política asegurando que han sido estos los que han marcado la diferencia y que no es competencia del Consejo tomar decisiones al respecto.
Las muchas asociaciones LGBT del país galo aguardaban expectantes la resolución del Consejo que, según ellos, afecta a más de tres millones de personas. "Este órgano no ha sabido aprovechar una oportunidad para acabar con una discriminación histórica que en otros países europeos ha desaparecido", ha asegurado Caroline Mécary, abogada de la organización SOS Homophobie. "Ahora apelaremos a la Corte Europea de Derechos Humanos. En cuanto a los políticos, sabemos que la Unión por un Movimiento Popular [el partido de centro derecha de Nicolas Sarkozy, que goza de mayoría en el Parlamento y en el Senado] está en contra del matrimonio de personas del mismo sexo. Así que tendremos que esperar a las elecciones de 2012 y que gane la izquierda", ha añadido.
Fuente: www.noticias.universogay.com
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