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Somos una asociación integrada por gays, lesbianas y trans de la región Lambayeque, desde el año 2006 iniciamos actividades mediante la lucha y esfuerzo en pro de la visibilización, desde este espacio agradecemos la intención y buena onda de incluirte en nuestra red de amigos, el fin del presente blog es informarte adecuadamente sobre nuestros temas; como la lucha por la igualdad, la aceptación, la real inclusión, la lucha contra la discriminación.Nuestro tema no es ser diferente, nuestro tema es que los demás no te hagan sentirte así.
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Alma Chiclayo
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miércoles, 25 de enero de 2012

Sobre la palabra Maricón y otros....

Soy maricón y qué???

Muchas veces hemos escuchado en el transcurso de nuestras vidas palabras como Marica o maricón, a veces entre dientes, a veces brutalmente de voz en cuello y de esquina a esquina, a veces de cerquita o a veces de lejos, a muchos nos causa molestia, dolor, vergüenza, humillación y de mas sentimientos, todos malos, porque nos sentimos insultados, atacados, pues para el común; tiene un significado discriminador, humillante y por ende insultante. El fin: te hace daño, te veja.
Nos hace sentir mal y hasta nos causa – a algunos - traumas y frustraciones que finalmente te llevan a tomar distintas aptitudes al respecto; pasas de frente ante esta palabra, o bien la rechazas respondiendo de la misma manera insultante y agresiva, o también la asumes y haces de esta palabra una cualidad, una forma asertiva de tomarla, Soy marica y qué???

Analizando el significado y/o ascendencia de esta palabra hemos encontrado varias cosas interesantes, como:
1.- Que es un adjetivo y sustantivo habitualmente de carácter peyorativo, originalmente aumentativo de Marica (a su vez diminutivo de María).
2.- Que marica se usa como insulto grosero, con significados de hombre homosexual; también hombre afeminado (que no significa homosexual, son términos relacionados pero no iguales), además de hombre de poco ánimo y esfuerzo.
3.- Como insulto, "maricón" no significa solamente gay (hombre homosexual), se les dice así también a las personas con carácter afeminado – es decir - que en su persona, modo de hablar, acciones o adornos se parece a las mujeres. Se suele utilizar como reprimenda "qué maricón eres". También se usa con el significado de hombre mal intencionado.
4.- Se confunde al decirle maricón a una persona que demuestra cobardía, por ejemplo cuando un hombre golpea a una mujer, se dice que maricón eres!!
5.- Incluso el ya muy conocido Los hombrecitos no lloran... o eres una maricón? 

Ese sentido peyorativo de la expresión ha pasado incluso al lenguaje académico.
Así, el Diccionario de la Real Academia Española definía la voz "maricón" de manera homofóbica: como sinónimo de ‘sodomita’ (definido como, ‘quien comete sodomía’). De esta manera, el diccionario da a entender que las relaciones sexuales entre varones homosexuales necesariamente se reducen al sexo anal, y éste es concebido como un pecado o un delito que se «comete».
Este insulto español no tiene implicaciones de tortura o muerte, a diferencia de sus equivalentes: En inglés faggot: 'leña' de una hoguera inquisitorial.
En italiano finocchio, 'hinojo', porque se cubría a los homosexuales con estas frescas hojas para que el suplicio de hoguera durara más tiempo.
Es históricamente falsa la derivación ‘hombre que cae de hinojos’ (para realizar una felación), que no proviene de hinojo sino de ginocchio, ‘rodilla’).
Reivindicación del término
En un importante sector de la comunidad gay, se usa esta palabra entre los propios homosexuales sin ninguna carga peyorativa. Muchos la reivindican frente al término gay, como se hizo entre los angloparlantes con queer. Prefieren usar maricón porque consideran la palabra gay un eufemismo extranjero. Se registran varios ejemplos de este uso entre los personajes homosexuales de la película Cachorro tales como: "Hola maricón" o "¡Por favor, cómo sois los maricones!".
PARA OBSERVAR
Paralelamente, en la vigésimotercera edición del diccionario RAE, actualmente en preparación, esa traza despectiva del término se verá sensiblemente modificada, perdiendo maricón esa naturaleza peyorativa, para pasar a entenderse como una palabra que se utiliza comúnmente como ‘insulto grosero con su significado preciso o sin él’. Además en esa misma edición del diccionario, sodomita pasará a definirse como quien practica la sodomía.
Otras/os significados o referencias:
Marica (nombre), hipocorístico del nombre María;
Marica (insulto), adjetivo de carácter peyorativo, generalmente de forma ofensiva para designar a un varón homosexual o bisexual. A veces se usa como sustantivo masculino;
Maricón, aumentativo de marica;
Mariquita, diminutivo de marica;
Marica (mitología romana), ninfa madre del rey Latino;
Marica (sánscrito), manera de escribir el nombre del demonio hindú Maricha, en el sistema AITS (alfabeto internacional de transliteración del sánscrito).

jueves, 24 de febrero de 2011

El asco al maricón

Dom, 20/02/2011
Por Rocío Silva Santisteban

¿Por qué dos chicos que se besan en la Plaza de Armas, sí, “provocadoramente” en las escaleras de la catedral, producen una especie de prurito en el alma heterosexual de un policía, una picazón existencial que le irrita en lo más profundo de su sexualidad?, ¿y por qué, no conformes con zarandearlos, separarlos, golpearlos con el escudo de plástico, cuando se van corriendo para refugiarse en un café, los persiguen y los acorralan dentro de una ¡¡galería de arte!!? Los mismos policías, ante el beso de dos chicas lesbianas, apabullados por tanto afecto inenarrable, hacen lo mismo, pero con un agravante: les tocan el sexo y los senos. Tocamientos indebidos. “A un maricón lo golpeas para que se haga hombrecito; a una marimacha te la agarras para que sepa lo que es bueno”. Esa mentalidad, señor ministro del Interior, nos debería dar vergüenza e indignación, porque no es otra cosa que la discriminación sexual en su estado prístino.

¿Por qué surge este asco al maricón? Sencillamente porque representa eso que no deben permitirse los machos: la penetración. Según los mandatos del machismo, el afeminado, el hombre que es amujerado o penetrado, es aquel que no puede construir su masculinidad y que permanece como el chivo expiatorio de la masculinidad de todo el conjunto. ¿Y por qué la irritación ante la lesbiana pública (en privado son los machos más machos quienes se excitan con pornos de sexo entre mujeres)? Porque representa aquella mujer que no se deja penetrar y que goza del sexo con otra mujer no para deleite del varón-voyeur, sino por su propio deleite.

Lo “marica” es aquello que se excluye de arranque en la actuación de la masculinidad con el objetivo de organizar sus límites: lo que está afuera, lo que definitivamente no debe ejercerse, ni hacerse ni permitirse, pero sí saberse, porque es preciso marcar con una tiza roja los límites de lo abyecto. Para que un “hombre sea hombre” en un mundo machista lo que debe de primar es la constitución de una esencial masculinidad que pasa por ser el penetrador, no el penetrado; por ser el castigador, no el castigado; por ser el activo, no el pasivo. Por lo mismo, para que una “mujer sea tal cual” debe ser la pasiva, la dominada, la abnegada, la que no goza de su propia sexualidad, la madre siempre virgen. Todo lo contrario es, por lo mismo, lo “provocador”: aquello que irrita por diferente, porque se expone, porque ataca el núcleo duro de lo “normalizado”.

Por perseguir el pánico a la provocación, los ministros, los policías, los bienpensantes, no se dan cuenta de que están echándole gasolina a la perversión. Porque ser perverso no es ser libre en el ejercicio de su sexualidad, sino permitir que el odio se instale en nuestras vidas y que el ejercicio de la violencia sea la forma de limpiarse de un asco incontrolado por temor, en el fondo, a que uno mismo sea maricón/lesbiana. El asco al maricón es la teoría; el asesinato a mansalva, una de sus prácticas. El asco a la lesbiana es la teoría; la violencia sexual, su práctica más siniestra. Por lo tanto, señor ministro del Interior, ¿quiénes son los perversos?

*Aclaración: cuando me refiero al “maricón” en este artículo, no estoy haciendo mías las palabras del monseñor Bambarén para calificar a los homosexuales, sino que estoy hablando de un estereotipo clásico de una sociedad machista como la peruana: el maricón es el homosexual percibido como abyecto.
Fuente: LA REPÚBLICA