SOY MARICÓN... ¿Y?
Hace algunos años, bajar la cabeza y esconderme de las bromas pesadas, del miedo al enfrentamiento, del dar explicaciones, era mi pan de todos los días, vivir con la vergüenza por tener una orientación sexual diferente, era mi debilidad más potente, escuchar el término Maricón, me hacía temblar de pánico y de nervios, mi cara enrojecía y mis orejas ardían y todo mi cuerpo parecía entumecerse entre una mezcla de rabia y tristeza… Hasta que le escuché a alguien decir que maricón no tenía porque ser el término peyorativo y menospreciante; y que al contrario implica mucha valentía porque cualquier homosexual no podía ser un maricón si utilizábamos el “término” bajo ese concepto.
Fue así que decidí aceptar ese “término” que antes me hirió y me hizo sentir mal y convertirlo en aquella palabra que me llenara de orgullo y me diera la fuerza para sobresalir y seguir adelante.
Sí señores… Soy maricón y hay más… Soy Maricón y trabajo; soy maricón y estudio en la universidad, soy maricón y pago mis impuestos, soy maricón y voy a mi iglesia y me arrodillo ante Dios, soy maricón y para este escrito nada humilde, porque si tengo que resaltar todo esto para dar cuenta que por ser maricón no dejo de ser el ser humano integral con virtudes, defectos y demás, por ser maricón no dejo de tener sentimientos; por ser maricón no dejo de inspirar respeto… TODO LO CONTRARIO. Entonces tiro la humildad al tacho.
Soy maricón y he ayudado a amigos y familia muchísimas veces, soy maricón y estoy entre los tres mejores de mi clase, soy maricón y he ganado premios y salido becado de la escuela, soy maricón y he grabado un CD de música cristiana he estado en el Coro y he trabajado por años con un grupo de liturgia ayudando en la parroquia, y así siendo maricón aún tengo el respeto de todos ellos.
¿Por qué ahora que alguien cuyo criterio es tan insignificante como su fe, pretende nuevamente decir maricones y menospreciarnos con esa palabra?, por favor, si justamente esa palabra es la que me ha hecho diferente y por mis logros mejor que muchos otros, ya lo dije, este email no es nada humilde, y es necesario que no lo sea, si así puedo resaltar que mi diferencia no es mi denigración, sino que más bien ha sido mi escudo y me ha hecho mejor.
Lamento no ser la vieja chismosa que se arrodilla ente la imagen y después critica a morir, ni el cura que se para frente a todos y cierra los ojos para que lo vean rezar, el que se olvida que los mandamientos se resumen en dos y que si no sabes a amar a tu hermano, entonces peor sabrás amar a Dios… lo lamento porque si personas como el Sr. Bambarem pretende que me convierta en eso para ser un buen católico JAMÁS se dará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario