CALLARSE NO ES UNA OPCION

Esa mañana simplemente se reunieron un grupo de nuestra comunidad para manifestar su derecho a ser incluidos como ciudadanos de derecho y a manifestar una posición sobre la en ese entonces llamada “Ley contra los crímenes de odio” que se luchaba en el congreso de manos del Congresista Carlos Bruce.

Todo iba a bien, sin mayores contratiempos, cuando de repente unos policías municipales amparados en lo que ellos  llamaban carecer de permiso para manifestarse en el parque principal arremetieron contra nuestros compañeros y les propinaron golpizas y los agredieron de manera verbal de un modo que nadie se hubiera esperado.

Obviamente la gente que estaba cerca pudo percatarse del atropello y en todo momento rindieron sus manifiestos ante la prensa, que llegó raudamente, y demostraron una total compenetración con nuestros problemas. Posteriormente el defensor del pueblo también se hizo presente y asentó su posición de que nadie debía ser tratado en esa forma, aunque bueno después su posición se vería algo tibia (lo cual ya es otro tema) en el momento demostró su identificación.

Ese día que se mostraba tranquilo se convirtió para la comunidad LGTB lambayecana en el día que dijimos: ¡Basta de tratarnos como personas de segundo nivel! ¡Basta de los agravios e insultos! ¡Basta de la discriminación! ¡Basta de las humillaciones! ¡Somos peruanos y nos merecemos respeto y equidad ante la ley!

Desde ese recordado 17 de marzo de 2010 han pasado ya tres años y este día lo traemos a nuestra mente como si fuera ayer y nuevamente con menos miedo que nunca este 17 de marzo volveremos al parque Principal para dejar sentado que existimos… que somos lambayecanos gays, mochicas gays, mochicas, trans, mochicas lesbianas y No tenemos Miedo! Y No lo tendremos nunca más cuando se trate de defender lo que se nos ha pretendido quitar… Nuestro derecho a ser personas de primera clase con derechos no especiales ni específicos, sino iguales equitativos.

Este 17 de marzo el día de la golpiza y del agravio, se convertirá en el día de nuestra posición sentada en nuestra ciudad, porque ¡¡CALLARNOS NO ES MÁS UNA OPCIÓN!!

SOY MARICON ¿Y?

SOY MARICÓN... ¿Y?

Hace algunos años, bajar la cabeza y esconderme de las bromas pesadas, del miedo al enfrentamiento, del dar explicaciones, era mi pan de todos los días, vivir con la vergüenza por tener una orientación sexual diferente, era mi debilidad más potente, escuchar el término Maricón, me hacía temblar de pánico y de nervios, mi cara enrojecía y mis orejas ardían y todo mi cuerpo parecía entumecerse entre una mezcla de rabia y tristeza… Hasta que le escuché a alguien decir que maricón no tenía porque ser el término peyorativo y menospreciante; y que al contrario implica mucha valentía porque cualquier homosexual no podía ser un maricón si utilizábamos el “término” bajo ese concepto.

Fue así que decidí aceptar ese “término” que antes me hirió y me hizo sentir mal y convertirlo en aquella palabra que me llenara de orgullo y me diera la fuerza para sobresalir y seguir adelante.

Sí señores… Soy maricón y hay más… Soy Maricón y trabajo; soy maricón y estudio en la universidad, soy maricón y pago mis impuestos, soy maricón y voy a mi iglesia y me arrodillo ante Dios, soy maricón y para este escrito nada humilde, porque si tengo que resaltar todo esto para dar cuenta que por ser maricón no dejo de ser el ser humano integral con virtudes, defectos y demás, por ser maricón no dejo de tener sentimientos; por ser maricón no dejo de inspirar respeto… TODO LO CONTRARIO. Entonces tiro la humildad al tacho.

Soy maricón y he ayudado a amigos y familia muchísimas veces, soy maricón y estoy entre los tres mejores de mi clase, soy maricón y he ganado premios y salido becado de la escuela, soy maricón y he grabado un CD de música cristiana he estado en el Coro y he trabajado por años con un grupo de liturgia ayudando en la parroquia, y así siendo maricón aún tengo el respeto de todos ellos.

¿Por qué ahora que alguien cuyo criterio es tan insignificante como su fe, pretende nuevamente decir maricones y menospreciarnos con esa palabra?, por favor, si justamente esa palabra es la que me ha hecho diferente y por mis logros mejor que muchos otros, ya lo dije, este email no es nada humilde, y es necesario que no lo sea, si así puedo resaltar que mi diferencia no es mi denigración, sino que más bien ha sido mi escudo y me ha hecho mejor.

Lamento no ser la vieja chismosa que se arrodilla ente la imagen y después critica a morir, ni el cura que se para frente a todos y cierra los ojos para que lo vean rezar, el que se olvida que los mandamientos se resumen en dos y que si no sabes a amar a tu hermano, entonces peor sabrás amar a Dios… lo lamento porque si personas como el Sr. Bambarem pretende que me convierta en eso para ser un buen católico JAMÁS se dará.

Hasta hace algunos años, me moría de miedo y de vergüenza… pero justamente gracias a estas personas intolerantes e incitadoras del odio, puedo decir con ganas…SOY MARICÓN… Y ESTOY ORGULLOSO.  

                       (ARTÍCULO RESCATADO DE MIS MUCHOS ESCRITOS DEL 2011)

NECESIDAD DE LA POBLACIÓN LGTB DE AGRUPARSE Y LUCHAR POR SUS DERECHOS

A veces como gays no sentimos solos, infelices y tristes y reconocemos que la vida nos ha dado un papel muy difícil de afrontar y la verdad que lo es, pero eso no ha sucedido sólo con los gays, pues ha habido múltiples ejemplos de injusticia en el mundo, que hizo que muchas personas decidieran levantar su voz y así se dieron revoluciones que cambiaron el rumbo de la historia…

Pero, ¿Qué es una revolución?

Revolución es un cambio o transformación radical y profunda respecto al pasado inmediato. Se establece la revolución como una idea cambiante debido a lo que las circunstancias ameriten en el momento. Las revoluciones son consecuencia de procesos históricos y de construcciones colectivas. La revolución siempre se efectúa con el propósito de combatir una injusticia.

Justamente, en nuestro caso (el de los gays) hubo una revolución que cambió y de alguna manera fue la base para que muchos de nosotros dijéramos: ¡YA BASTA!, esta fue “La Rebelión de Stonewall”

Esta rebelión se dio el 28 de junio de 1969, cuando la policía de Nueva York hizo una redada en “The Stonewall Inn”, un bar gay regentado por la mafia en Greenwich Village (EE.UU.), en donde los abusos constantes por parte de la policía se ponían en escandalosa evidencia sin que los gays dijeran nada y sólo aceptando esos vejámenes con impotencia. Pero en esa ocasión los gays hicieron algo que nunca antes habían hecho, se defendieron.

En las calles de la ciudad se iniciaron violentas revueltas y manifestaciones que concluyeron tres días después con una persona muerta y varias heridas. La ira colectiva anunciaba que el movimiento pro derechos de gays y lesbianas había llegado.

Para ver más al respecto… http://www.rtve.es/television/20110621/noche-tematica-revolucion-gay/442647.shtml

Posteriormente, unos años más tarde, Harvey Bernard Milk (Nueva York, 22 de mayo de 1930 – San Francisco (California), 27 de noviembre de 1978) fue un político y activista estadounidense, quien se convirtió en el primer hombre abiertamente homosexual en ser elegido para un cargo público en los Estados Unidos. Su experiencia en la contracultura de la década de 1960 le permitió abandonar muchos de sus puntos de vista conservadores sobre la libertad individual y la expresión de la sexualidad.

Aunque era muy inquieto —trabajaba en diferentes profesiones y cambiaba de casa con frecuencia—, en 1972 decidió trasladarse definitivamente a San Francisco. Se asentó en el distrito de Castro, un vecindario que entonces experimentaba un masivo aflujo migratorio de homosexuales, y abrió la tienda Castro Camera, que se convertiría más adelante en la sede central de sus campañas y punto de reunión de sus colaboradores.

Milk se sintió llamado a presentarse como candidato a supervisor de la ciudad de San Francisco en 1973, aunque encontró cierta resistencia en el orden político gay establecido hasta entonces. Su campaña fue comparada con el teatro: era descarado, directo, animado y extravagante, ganando la atención de los medios de comunicación y obteniendo votos, aunque no los suficientes para ser elegido. Hizo campaña de nuevo en las dos elecciones siguientes, apodándose a sí mismo como el «alcalde de la calle Castro». Los votantes fueron suficientes para permitirle presentarse también a la Asamblea Estatal de California. Aprovechándose de su creciente popularidad, dirigió el movimiento político gay en feroces batallas contra las iniciativas antihomosexuales. Milk fue elegido supervisor en 1977.

Milk se ha convertido en un icono y en «un mártir por los derechos de los gays» ya que mientras que las clases políticas dirigentes de la ciudad insistían en que los gays debían colaborar con los políticos liberales y contenerse en la lucha por sus objetivos, él los animaba abiertamente a emplear su creciente poder en la ciudad y a apoyarse entre sí. Su fin era dar esperanza a los parias gays en todo Estados Unidos. Tras desafiar la clase gobernante de San Francisco en 1977 para convertirse en un miembro del panel de supervisores, muchas personas —heterosexuales y homosexuales— tuvieron que ajustarse a una nueva realidad que él encarnaba: que los gays podían llevar una vida honesta y de éxito».

Para leer más al respecto… http://es.wikipedia.org/wiki/Harvey_Milk

Entonces si debemos llegar a una conclusión de todo esto, sería justamente la necesidad que tenemos, al ser una minoría, de lograr agruparnos y unidos luchar por nuestros derechos y es por eso que perseguimos agruparnos en colectivos o asociaciones en las que podamos aprender cómo y qué hacer para primero educarnos y luego perseguir la lucha por la consecución de nuestros derechos y aunque es algo opcional, algo que es muy importante y que para muchos es muy difícil es el decidir SI ESTAR DENTRO O FUERA DEL CLÓSET.

Y a pesar de que las conceptualizaciones sobre esa frase son muy diversas, podríamos decir que el CLOSET no significa solamente decirle a todo el mundo que eres gay o lesbiana, sino que asumas que tienes derecho de salir en pareja, vivir en pareja y hacer con esa pareja una vida social normal. No se trata sólo de vestirse de mujer o de hombre o de actuar de x o z forma, esos comportamientos se asumen cuando así los presenta el individuo aunque no todos los homosexuales lo hacen, es más, algunos no son homosexuales propiamente dicho sino transgénero, travestis, etc., la variedad de género es tan amplia que por eso la bandera es multicolor. Se trata de asumir públicamente las preferencias.

Lo malo aquí es la discriminación que la sociedad hace de esto, porque como siempre se dice, que les importa a los demás como para tener que decirlo, pero el hecho es que en cuanto las demás personas (generalmente heteros) ven a una pareja gay o una persona transgénero se escandalizan y agreden. Incluyendo Además del tremendo drama que hacen algunos familiares al darse el caso, que incluso le retiran el habla o su apoyo a la persona que se muestra abiertamente gay. Por todo lo anteriormente dicho, asumir la homosexualidad es un paso verdaderamente difícil pero que dignifica a la persona que lo hace.

Las injusticias son varias, pero depende de uno hacer algo para acabar con ellas… SI ERES GAY Y QUIERES HACER ALGO, busca un colectivo o una asociación en tu ciudad en donde puedas conocer más al respecto, infórmate, agrúpate y lucha, porque tal como lo persiguió Harvey Milk: “Nosotros también podemos llevar una vida honesta y de éxito”.