La decisión de los activistas LGTB albaneses de celebrar la primera marcha del Orgullo del país balcánico no ha sentado igual de bien a todos. El viceministro de Defensa de Albania, Ekrem Spahiu, ha sacado a la luz sus posiciones más violentamente homófobas al opinar que los participantes en la manifestación “deberían ser golpeados con porras“.
Spahiu es el líder del Partido Movimiento Legalidad (en albanés Partia Lëvizja e Legalitetit, PLL), una pequeña formación política de carácter conservador y monárquico que participa en la coalición de Gobierno liderada por el primer ministro Sali Berisha. Paradójicamente, este mismo Ejecutivo de centro-derecha sorprendía hace tres años, poco después de su victoria en las urnas, al declarar su intención de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Albania. La iniciativa fue abandonada unos meses después.
Las reacciones a las lamentables palabras del viceministro han sido contundentes. La organización LGTB Pink Embassy ha anunciado sus planes de llevar a Spahiu ante los tribunales, por violar la ley contra la discriminación por orientación sexual aprobada por el Parlamento del país en 2010 y que es uno de los requisitos previos para ingresar en la Unión Europea. El activista Kristi Pinderi ha avisado: “Es una incitación a la violencia, y y pediremos por medio de nuestros abogados que Spahiu sea condenado, de acuerdo con la ley albanesa, a una pena de prisión de hasta cinco años“, declaró. El defensor del Pueblo Igli Totozani ha instado al viceministro a pedir disculpas.
La situación del colectivo LGTB en Albania
Albania ocupa uno de los últimos lugares de Europa en materia de derechos LGTB según el Rainbow Index (“Índice Arco Iris”) elaborado por ILGA Europe. Las relaciones homosexuales fueron despenalizadas en 1995, pero por lo demás no existe reconocimiento jurídico alguno de la parejas y familias LGTB. En general, la situación de gays y lesbianas sigue siendo muy difícil ya que la mayoría de la opinión pública es mayoritariamente hostil. Los partidos políticos, incluyendo los de izquierdas, no parecen tampoco muy abiertos hacia el tema. En marzo de 2010 la salida del armario de Klodian Çela, un concursante de la edición local del programa de televisión Gran Hermano, llegó a desatar manifestaciones homófobas en su ciudad natal.
Ahora los activistas albaneses piden un desarrollo rápido de la legislación antidiscriminatoria, que se investiguen los casos de malos tratos policiales y demás casos de violencia contra las personas LGTB y que se fomenten medidas contundentes para promover una mayor tolerancia.
Fuente: www.dosmanzanas.com
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