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Alma Chiclayo

jueves, 16 de septiembre de 2010

PROFILAXIS POST-EXPOSICION (PPE)

PROFILAXIS POST-EXPOSICION (PPE)


En la consulta nacional que se hizo en Julio del 2010 con respecto a los temas de la propuesta de la X RONDA, a la cual nuestro país postula, se tocó un tema importante y que para muchos de nosotros es desconocido hasta la actualidad, y es el Tratamiento Post Exposición Al VIH, la propuesta que se desarrolla en ella respecto a este tema es simple, la socialización del mismo entre nuestras comunidades, así como la creación de un protocolo para el acceso a él, en los casos que se prescriban en dicho protocolo. Así que como resultado y compromiso a este evento les envío la información mínima necesaria de lo que es el PPL.

La Profilaxis post-exposición (PPE) es el tratamiento antirretroviral que se administra a personas sin VIH que acaban de tener una exposición de alto riesgo al VIH. Puede ser ocupacional (profesionales de la salud) o no ocupacional (en el contexto de un acto sexual o del uso de drogas). Profilaxis significa prevención de enfermedad. La profilaxis post-exposición (PPE, por sus siglas en ingles) significa tomar medicamentos antirretrovirales (ARVs) – tratamiento de corta duración, lo más pronto posible después de haberse expuesto al VIH para evitar la transmisión de la infección. Este tratamiento que suele consistir en una terapia triple, el tratamiento con 2 o 3 ARVs debe seguir durante 4 semanas si se puede tolerar.
Pese a que la eficacia de esta estrategia no se ha mostrado en ensayos clínicos (sería éticamente difícil diseñar un estudio de estas características), se ha ido utilizando con resultados muy positivos en la población ocupacional, o sea en personas que han experimentado una exposición al VIH durante el ejercicio de su actividad profesional. La extrapolación de esos resultados llevó a que el año pasado se aprobaran en EE UU las primeras directrices sobre el uso de la PPE no ocupacional.
Según estas directrices, el tratamiento de profilaxis se tendría que administrar tan pronto como sea posible, a las 72 horas y preferentemente antes, tras el contacto con la sangre, las secreciones genitales o los fluidos corporales de una persona con VIH, y después de evaluar el posible riesgo de transmisión. Si éste es sustancial, se ofrecerá TARGA durante 28 días.
Además es importante que esta estrategia se acompañe de un servicio de counseling sobre reducción de riesgo para evitar que se repitan exposiciones de este tipo.
Exposición ocupacional:
La PEP es de uso estándar desde 1996 en trabajadores del área de la salud que se exponen al VIH. Los trabajadores comienzan a tomar medicamentos unas pocas horas después de haberse expuesto. Generalmente la exposición se debe a un pinchazo accidental con una aguja que contiene sangre infectada con el VIH. La PEP ha reducido el grado de infección con el VIH en exposiciones ocupacionales, en un 79%. Sin embargo, algunos trabajadores posiblemente se infectarán con el VIH aunque usen PEP.
Otras exposiciones:
En 2005 el Centro para el Mando de Enfermedades (CDC) ha revisado la información sobre PEP. Han decidido que debe ser disponible también en situaciones que no estén relacionadas con el trabajo. La gente puede exponerse al tener prácticas sexuales sin protección, en casos de ruptura de un condón durante las relaciones sexuales, o al compartir agujas para inyectarse drogas. En un estudio de PEP de 400 casos de una posible exposición sexual al VIH, ni una sola persona se infectó con el VIH.
¿DEBERÍA USARSE PEP PARA SITUACIONES QUE NO SEAN OCUPACIONALES?
Las exposiciones en el trabajo generalmente son un incidente que solo ocurre una vez. Otras pueden deberse a conductas de riesgo que ocurren muchas veces.
Algunos piensan que la PEP puede fomentar estas conductas de riesgo en personas que creen que la PEP es una manera fácil de evitar la infección con el VIH. Existen otros motivos por los que la PEP quizás no sea una buena idea en casos que no sean ocupacionales:
No se han hecho estudios para demostrar que funciona en casos de exposición no ocupacional. No se sabe qué
tan pronto hay que comenzar la PEP después de la exposición. PEP no es como la “pastilla de la mañana siguiente.” PEP es un programa que incluye varios medicamentos, que deben tomarse al menos por 30 días y que cuestan entre $600 y $1000.
Para obtener mejores resultados, usted debe tomar todas las dosis de todos los medicamentos de la PEP. Saltearse dosis puede resultar en infección con el VIH. También puede permitir que el virus desarrolle resistencia a los medicamentos. Si eso sucede, los mismos dejan de funcionar.
Los medicamentos producen efectos secundarios. Aproximadamente el 40% de los trabajadores no completó su régimen de PEP debido a los efectos secundarios. A pesar de estas preocupaciones, hay gran interés en el uso de PEP para exposiciones no ocupacionales. La mayoría de los programas incluye consejería para informar y alentar a las personas a evitar la exposición al VIH.
¿CÓMO SE TOMA LA PEP?
La PEP debe iniciarse lo más pronto posible después de haberse expuesto al VIH. Los medicamentos dependen del tipo de exposición. Las siguientes situaciones son consideradas serias o graves:
Exposición a grandes cantidades de sangre.
• La sangre entra en contacto con cortaduras o lesiones en la piel.
• Se podía ver sangre en la aguja con la que la persona se pinchó.
• Exposición a sangre de una persona con una carga viral alta (mucha cantidad de virus en la sangre).
En casos de exposiciones serias, el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos recomienda utilizar una combinación de tres ARVs disponibles comercialmente, por cuatro semanas. En casos de exposiciones menos serias, las guías recomiendan utilizar dos medicamentos durante cuatro semanas: zidovudina (Retrovir, AZT) y lamivudina (Epivir, 3TC).
En enero de 2001, el Centro para el Control de Enfermedades alertó en contra del uso de nevirapina para la PEP debido a que puede producir daño hepático. El CDC puso al día las recomendaciones relacionadas con la profilaxis post exposición (PEP) en septiembre de 2005.
¿CUÁLES SON LOS EFECTOS SECUNDARIOS?
Los efectos secundarios más comunes de la PEP son náuseas y sensación de malestar. Otros posibles efectos secundarios incluyen dolores de cabeza, fatiga, vómitos, y diarrea. Para mayor información, vea las hojas informativas sobre los ARVs individuales.
PARA CONCLUIR:
Los materiales considerados con potencial de infectar son: sangre, tejidos, secreciones genitales incluido el semen, líquidos pericárdico, pleural, peritoneal, cefalorraquídeo, amniótico, sinovial o fluidos con sangre visible.
El riesgo de infección en la exposición cutánea o mucosa ha sido estimado en <>
El AZT es la única droga que ha demostrado ser efectiva, a través del protocolo ACTG 076, reduciendo la transmisión vertical del HIV en un 80%, independientemente de la resistencia del virus a la misma, como así también en el estudio retrospectivo caso control comentado anteriormente.
Aunque el uso de un tratamiento de alta potencia como es la combinación de AZT, 3TC e inhibidores de proteasa (IP) se justifica para exposiciones que suponen un alto riesgo de transmisión del HIV, es incierta su utilidad, dado la potencial toxicidad agregada por el IP, en exposiciones de bajo riesgo.
En caso de indicarse PPE se solicitará por lo menos un hemograma basal. A las dos semanas se hará control de hemograma y función hepática y renal, más estudios según drogas utilizadas: glucemia (3TC e IP), sedimento urinario (indinavir). Si se inició PPE, suspenderla si se comprueba que la fuente era negativa.
Aunque escapa a los alcances de esta guía, no podemos dejar de recordar que en toda exposición debe considerarse también las hepatitis B, C y la profilaxis antitetánica si correspondiere.

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