Infobae- Agencias 28 de diciembre de 2009
Alex Freyre y José María Di Bello, a quienes un fallo judicial impidió casarse a principios de este mes porque el Código Civil no admite el matrimonio entre personas del mismo sexo, formalizaron la primera boda gay de Argentina y Latinoamérica, en un registro civil de Ushuaia.
La pareja confirmó telefónicamente desde la capital fueguina que finalmente lograron ser esposos, un anhelo que creyeron alcanzar el 1 de diciembre, fecha que eligieron por ser el Día Internacional de Lucha contra el Sida -que ambos portan-, y se frustró momentos antes de la ceremonia.
Como parte de una estrategia nacional de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans para conseguir el reconocimiento del derecho al matrimonio para las parejas de personas del mismo sexo, Alex Freyre y José María Di Bello se presentaron en el Registro Civil de la provincia, en Usuahia. Tras la negativa de las autoridades, la pareja presentó un recurso de reconsideración, que fue respondido positivamente por la gobernadora Ríos, con lo cual quedaron habilitados para contraer enlace, según contó a Infobae.com la presidente de la Federación, María Rachid.
Por su parte, minutos después de salir del Registro Civil, Alex Freyre declaró, en conversación con Radio 10: "Estoy feliz de haber logrado esto que para otros es tan simple y para nosotros resultó tan difícil". Y destacó: "Prometimos que íbamos a hacer lo imposible por lograr nuestro deseo, que no es algo de José María y Alex, sino el deseo de millones de gays y lesbianas".
Freyre remarcó que "siempre" supieron que iban a obtener el "apoyo de una provincia joven" y contó que luego de que les fuera negada la fecha solicitada, presentaron un recurso extraordinario "para que se respeten" sus derechos.
Freyre y Di Bello intentaron casarse el 1º de diciembre en Capital Federal, después de que la jueza en lo Contencioso Administrativo Gabriela Seijas los autorizara y el jefe de gobierno porteño Mauricio Macri anunciara que no apelaría el fallo.
Después de que varias asociaciones católicas presentaron recursos de amparo en la Justicia Civil nacional, la boda finalmente no se celebró, pues el jefe de gobierno, siguiendo la recomendación del entonces procurador Pablo Tonelli, decidió recurrir a la Corte Suprema de Justicia para esclarecer la cuestión de competencia.
Sin embargo, la presentación del Gobierno de la Ciudad no cumplía con los requisitos para ser tratada por la Corte (enviaron una simple carta y no un recurso), por lo que el tribunal lo rechazó.
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