La muerte de un joven homosexual tras ser agredido por un grupo de presuntos neonazis conmocionó hoy a Chile y avivó el debate sobre la homofobia en el país, donde el caso puede marcar un punto de inflexión hacia la tolerancia.
Daniel Zamudio, de 24 años, fue brutalmente golpeado en un parque de Santiago, capital chilena, la madrugada del pasado 3 de marzo, y tras veinticinco días de agonía, falleció la tarde de ayer en la Posta Central, el principal hospital de urgencias de la ciudad.
Según los médicos, sus agresores le arrancaron parte de una oreja, le marcaron el cuerpo con esvásticas, le dejaron caer varias veces una gran piedra sobre el estómago y las piernas y le fracturaron una de ellas.
A las puertas del hospital centenares de personas depositaron flores y velas, que hoy permanecían encendidas, entre mensajes de esperanza: "Daniel, tu muerte no será en vano", o "Daniel, que tu partida nos aliente a caminar sin miedo".
Su cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Legal (SML), donde sus padres esperaban retirarlo este mismo miércoles para llevarlo a su casa en San Bernardo, al sur de la capital, donde los vecinos han instalado una carpa en su calle para el velatorio.
El joven será sepultado este viernes en el Cementerio General, tras un acto que se espera multitudinario.
También está prevista hoy una velatón -encendido de velas- vespertina frente al Palacio de la Moneda, sede del Poder Ejecutivo, y para el viernes se ha convocado una marcha que finalizaría con otra velatón en el Parque San Borja, donde Zamudio fue agredido.
El presidente Sebastián Piñera, que está en Asia, afirmó que la muerte de Zamudio "no quedará impune, y refuerza el compromiso total del Gobierno contra toda discriminación arbitraria y con un país más tolerante".
Los ministros del Interior, Rodrigo Hinzpeter, que en ausencia de Piñera ejerce como vicepresidente, y de Salud, Jaime Mañalich, presentaron en el mismo hospital sus condolencias a la familia.
Los padres han estado acompañados por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), la organización de minorías sexuales más activa de Chile, cuyo presidente, Rolando Jiménez, ha acusado a las iglesias católica y evangélica de incitar el odio hacia las minorías sexuales.
El presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Ezzati, condenó hoy la agresión al joven que, dijo, se produjo en circunstancias "dolorosas y repudiables". También han recibido críticas los parlamentarios oficialistas que rechazan un proyecto de ley contra la discriminación que duerme en el Congreso desde 2005.
El portavoz del Gobierno, Andrés Chadwick, anunció hoy que el Ejecutivo dará suma urgencia a la tramitación de la iniciativa, a la que se ha propuesto bautizar como "Ley Zamudio" y cuya vigencia, para muchos, hubiera contribuido a evitar su muerte.
Mientras se tramita la ley, sigue vigente el artículo 373 del Código Penal, que prohíbe que los homosexuales se besen en la calle al sancionar a quienes "ofendieren el pudor o las buenas costumbres".
Además, el Tribunal Constitucional ha descartado que otro artículo del Código Penal, que fija en 14 años la edad de consentimiento para mantener relaciones sexuales entre heterosexuales, mientras para los homosexuales es de 18, viole el principio de igualdad.
La muerte de Zamudio supone un nuevo golpe para Chile, después que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenara al Estado por discriminar a una jueza –Karen Atala-, a la que retiraron la custodia de sus hijas por ser lesbiana.
En Twitter, Juventud Guzmán, un grupo que se declara seguidor de Jaime Guzmán, fundador de la oficialista Unión Demócrata Independiente (UDI), escribía hoy mensajes como este: "La enfermedad que portaba Daniel Zamudio no lo hacía peligroso. Era un desviado sodomita".
Alentados o no por ese clima, cuatro jóvenes de entre 20 y 26 años, tres de ellos con antecedentes penales por ataques xenófobos y homófobos, están en prisión preventiva imputados por la agresión.
El fiscal nacional, Sabas Chahuán, confirmó hoy que ahora se les imputará un homicidio calificado consumado, lo que podría llevarles a una condena de 40 años efectivos de prisión, e instruyó a los fiscales a "indagar a fondo" los casos de discriminación.
El de Zamudio también tuvo eco en el exterior. El cantante Ricky Martin, que había dedicado un premio al joven, escribió en Twitter un escueto "Daniel Zamudio RIP", mientras que el Partido Socialista Obrero (PSOE) español condenó el asesinato.
Finalmente, el caso de Zamudio no es aislado: según el Movilh, en 2011 hubo 186 casos de discriminación, que incluyeron el asesinato de tres personas por su orientación sexual, 13 agresiones físicas o verbales perpetradas por civiles y cinco casos de abusos policiales.
Fuente: notiese.org
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