Expertos:
Tabúes de pandillas provocaron ataques a gays en NY
NUEVA YORK (AP) — Un sábado por la noche, los miembros de una pandilla en un vecindario del Bronx vieron que uno de sus "reclutas" salía de un apartamento, al otro lado de la esquina donde todos solían reunirse.
La mayoría de la gente se conoce en este rincón del Bronx. Por ello, los pandilleros sabían que en ese apartamento vivía un gay apodado por los vecinos "La Reina", así, en español.
Los miembros de la banda callejera, poco organizada y conocida como los Latin King Goonies, quisieron saber por qué el joven de 17 años, quien aspiraba a quedarse en la pandilla, estaba en ese apartamento. Cuando lo averiguaron, actuaron de inmediato, dicen las autoridades. Durante el fin de semana, los pandilleros desataron una ofensiva que es considerada ahora por las autoridades como uno de los peores ataques a los gays en la historia reciente de la ciudad. Las agresiones incluyeron palizas y torturas a tres personas, incluido el hombre que al parecer tuvo un encuentro sexual con el adolescente, dijeron las autoridades. Once personas han sido detenidas.
Los expertos señalan que esos ataques, aunque estremecedores, fueron motivados por la actitud ultramachista de las pandillas, donde la homosexualidad representa un tabú. "La cultura de las pandillas es el epítome de los desplantes de masculinidad", dijo Sergio Argüeta, ex pandillero, quien ahora es un activista que apoya a los jóvenes. "Simplemente no resulta aceptable ser gay, especialmente cuando tratas de unirte a una pandilla, cuyos integrantes no lo saben y lo descubren". En este caso, el aspirante a pandillero fue visto por el presunto líder de la banda, Idelfonzo Méndez, y por otros miembros del grupo, afuera del apartamento del hombre de 30 años, dijeron las autoridades. La mayoría de la gente en el vecindario sabía que ese hombre era gay. Xavier Peña, quien trabaja en la tienda de abarrotes El Tío, ubicada en la planta baja del edificio donde está el apartamento, recordó que su vecino era amigable y querido en la zona.
"Era muy agradable", dijo. "No puedo creer lo que pasó".
Otros, como la prima del sospechoso Bryan Almonte, dicen que el sujeto era "peligroso", porque coqueteaba con los adolescentes.
"Si le hicieron algo estuvo mal, pero también lo que él hacía estaba mal. Estaba mal y él provocó esto", sentenció Marisol Almont.
Las agresiones tienen el sello de un acto perpetrado por delincuentes novatos y enfurecidos, dijeron los expertos, En pandillas que llevan más tiempo operando, como los Latin Kings, hay pocas probabilidades de que ocurra este tipo de ataque, porque los miembros suelen estar bajo el escrutinio de las autoridades, dijo Robert Hart, ex agente del FBI, quien formó parte de la Fuerza de Tarea contra el Pandillerismo en Long Island y ahora trabaja en la seguridad privada. Se desconoce si los Latin King Goonies aspiraban a unirse a los auténticos Latin Kings, una de las bandas delictivas más grandes de Estados Unidos. Algunas pandillas establecidas permiten integrantes gays, en una regla semejante a la observada en las fuerzas militares, donde cualquier miembro puede tener esa orientación sexual siempre y cuando no la revele. Pero la mayoría de las bandas delictivas tiene prohibiciones estrictas en la materia, dijeron los expertos.
"La naturaleza misma de la banda se basa en el poder que le confiere su reputación y su estatus en el vecindario; en la forma en que se le percibe", dijo Argüeta. "Ellos nunca querrían estar asociados con alguien que pudiera afectar la forma en que los demás perciben su masculinidad. Y se tiene el concepto de que un gay es un afeminado. Para ellos, ello quiere decir debilidad". Los agresores usaban como su escondite una casa de ladrillos, abandonada, en una colina frente a una escuela primaria. Los vecinos señalan que los jóvenes eran molestos, con sus fiestas nocturnas, pero no les parecían al principio una amenaza. Eran amables con los niños del vecindario, a quienes compraban helados, e incluso improvisaron una cesta para basquetbol en una acera, donde todos jugaban. Pero esa vivienda fue usada como cámara de torturas, el 3 de octubre, señalan las autoridades.
Méndez y los otros tres —Nelson Falu, David Rivera y José Domínguez— llevaron al adolescente a la casa y lo torturaron hasta que confesó haber tenido una relación sexual con el hombre de 30 años, señaló la policía. Durante el interrogatorio, averiguaron también que un segundo adolescente habría tenido también relaciones con el hombre.
Méndez introdujo un palo de madera en el recto de la primera víctima, según las autoridades.
"¿Eres un maricón?", le preguntó, de acuerdo con la querella penal. "¿Te gusta esto?"
Eran casi las 5.00 de la madrugada del domingo cuando el adolescente fue dejado en libertad, herido y golpeado.
"Si hablas de esto, tu familia la pagará", advirtieron, según los fiscales. El adolescente no contó a nadie lo ocurrido durante días.
Después, otras dos personas fueron agredidas en el apartamento: el segundo joven de 17 años y el hombre de 30, quien fue también violado. El hermano del hombre fue atacado también cuando el grupo tomó sus llaves e irrumpió en su apartamento. Los pandilleros habrían pasado después horas en el lugar del delito, limpiando las paredes y los pisos, dijo la policía. Pero quedaron ahí evidencias suficientes de ADN para que las autoridades realizaran las detenciones.
El periodista de la AP Jim Fitzgerald contribuyó con este despacho.
Por COLLEEN LONG-NUEVA YORK, Actualización: martes, 26 de octubre de 2010 16:01